domingo, 10 de enero de 2016

EL FRENESÍ DEL SR.SANCHEZ

Resulta muy llamativo y desde luego revelador el frenesí con el que el candidato socialista se ha lanzado a “explorar” la posibilidad de formar gobierno.
En realidad, vemos que no se trataría ni siquiera de formar una gran coalición de izquierdas, sino más bien de una gran coalición anti PP. Da igual quién se sume al pacto anti PP y cuál sea su ideología, lo importante es que sume contra el Partido Popular.

Así las cosas, a estas alturas no me cabe duda que PSanchez, aún desoyendo a una mayoría “sensata” compuesta básicamente por los pesos pesados de su propio partido, será capaz de intentarlo. Será cuando la expresión “la unión de perdedores desbanca al ganador” cobre mayor… ¿sentido?

PSanchez ha conducido a su partido a los peores resultados de la historia, por debajo de los 100 escaños, perforando el suelo “logrado” por  Almunia en las generales de 2000 con 125 diputados. En aquel caso, el candidato socialista no tardó en asumir la responsabilidad del fracaso y dimitió de todos sus cargos en el PSOE, eso sí, para encontrar rápido encaje en la Comisión Europea, que a día de hoy preside.
Lejos de seguir su ejemplo, PSanchez se ha lanzado a una enloquecida carrera contra su propio destino, sabedor de que sólo presidiendo un eventual gobierno de izquierdas, podría esquivar el lugar que la infrahistoria socialista le tiene reservado: La trituradora, la papelera de reciclaje, la nada. El trastero de los horrores donde acumulan polvo los retratos de la pasionaria, de Marx, de Mao, Ceaucescu, Castro..

Busca alianzas con ultraizquierdistas, antisistema, filoterroristas, independentistas… lo que sea menester con tal de eludir su responsabilidad ante tan pobre resultado, anteponiendo de la manera más grosera y dañina posible su interés personal al general.
Obviamente a este candidato parece darle igual España y los españoles, buscando a toda costa presidir un gobierno que sería cualquier cosa menos estable y por supuesto, beneficioso para la mayoría. A cualquier precio. Da igual lo que cueste meterle con calzador en los libros de la ESO, lo pagamos entre todos.

Y es posible que lo consiga. No sabemos cuál sería el precio que tendríamos que pagar los españoles de soportar tal “gobierno”, pero sí cuál sería el que pagaría el PSOE: Su definitiva desaparición. Ese debe ser el dilema de PSanchez; conducir a España al caos o asumir ser apartado a escobazos de la infrahistoria política de los últimos años en el PSOE.

Así, este candidato parece empeñado en continuar la concienzuda labor de autodestrucción que comenzó con gran tino y empeño su predecesor, Zapatero. El solito, en su paroxismo de chifladuras, demoliciones y voladuras incontroladas consiguió –bueno, solito del todo no, bien acompañado por la muy poco gloriosa generación del “pápa, flipa que man hecho ministr@” lo que ningún dirigente popular se hubiera si quiera atrevido a imaginar en sus ensoñaciones más húmedas; hacer fosfatina a su propio partido; triturarlo. Lo penoso fue que no sólo condujo con gran habilidad al desastre a su propia organización; hizo exactamente lo mismo con el conjunto de los españoles. La ruina, el bochorno y el descrédito internacional.
De los dirigentes hispanoamericanos que cometieron el error de acercarse a él, ya han fallecido dos –el comandante Chavez y el poco fotogénico Ernesto Kirchner- y otros tantos han acabado en la escombrera de la historia; Lula Da Silva, con un pie en el presidio por corrupción política y supuestos delitos económicos, la señora “K", viuda negra de Ernesto y, más recientemente, Nicolás Maduro, que muy posiblemente también acabe sus días en un penal norteamericano condenado por narcotráfico y pertenencia a organización criminal internacional. Este es el precio que ha de pagar quien osa estrechar la mano de Zapatero, tan destructivo es su gafe.  
 

Y ahora no nos queda más que esperar, pero ya nos podemos fijar en lo que ha sucedido en Cataluña: Para evitar nuevas elecciones Artur Mas ha "cedido" la presidencia del parlamento autonómico catalán a un señor que no hace mucho proclamó su prioridad; "expulsar al invasor de los países catalanes". -Sic-
Y este señor es al que todos deben referirse como "molt honorable". Tan honorable como el pajarraco -urraca- de Pujol y su sucesor Mas, qué duda cabe.