sábado, 21 de marzo de 2015

UNA GRAN MENTIRA (MAS)

En esta entrada de hoy voy a hablar particularmente de dos grandes -por el tamaño- empresas españolas que recientemente se han visto envueltas en un asunto muy turbio que hubieran deseado evitar que trascendiera. De hecho me consta que hubieran pagado casi cualquier cifra y hubiertan hecho casi cualquier cosa con tal de que tan tumefacto asunto nunca hubiera visto la luz, ya que daña seriamente la imagen que el ciudadano -perdón; consumidor- tiene de ellas.
Lo importante, lo de verdad relevante es la imagen que tenemos que las empresas, y este aspecto, a esas empresas, les importa mucho, por eso la cuidan con mimo y esmero. Y con mentiras, muchas mentiras. Y es que la ecuación es sencilla, demasiado sencilla como para que se les escape alguna de las variables a sus directivos y consejeros delegados: Mala imagen= Menos ventas. Buena imagen= Más ventas. Menos ventas supone problemas, trabajo, dudas, reuniones, toma de decisiones difíciles, menos prebendas, menos privilegios, menos ventajas. Más ventas supone todo lo contrario. ¿No es diabólicamente sencillo?
 
Así pues hay que mejorar la percepción que de la compañía tiene el gran público a toda costa. ¿Cómo? Gastando el dineral que extraen a estos mismos ciudadanos-vacas para poder seguir sacándoles dinero, a ser posible en mayor cantidad, en el futuro inmediato.
Y así lo hacemos; vamos voluntariamente a cualquier estación de servicio de BP, Repsol o Cepsa y cuando hacemos el gesto de meter la manguera en el depósito en realidad lo que estamos haciendo es conectarnos a nuestras ubres monetarias los sacaleches industriales con los que esta empresas nos ordeñan a diario.
 
Es fundamental por tanto que tengamos una buena imagen de estas empresas para que nos puedan seguir ordeñando delicadamente, de forma casi indolora, y para ello necesitan anestesiarnos con carísimas campañas de publicidad que encargan a las correspondientes agencias que se dedican a esto de sugerir, animar, incentivar, sugestionar y engañar. Así, aprendemos que la verdadera razón de la existencia de estas compañías somos nosotros, que se esfuerzan por nosotros, que se desvelan por nosotros, que nos miman, nos quieren, nos cuidan, nos protegen, piensan en nosotros y lo hacen todo por nosotros.
 
Nos dicen que cuidan el medio ambiente, que piensan en el planeta, que lo más importante para ellos es la satisfacción del cliente... cualquier mentira vale con tal de seguir vendiéndonos sus productos al precio más alto posible. Porque todo lo anterior es, sencillamente mentira, todo lo anterior es mierrrrrrda pura, porque no les importamos una mierrrrrda más que a la hora de pasar por caja. Sólo les importamos en la medida que somos su fuente de ingresos, su particular gallina de los huevos de oro.  
Sabemos lo que de verdad importa a esta gente: Sus tarjetitas black,  purple or yellow, sus comilonas, sus chanchullos, sus pensiones y jubilaciones más que doradas, sus dietas, sus corruptelas, sus comisiones, sus formas de presionar y corromper al gobierno de turno para que legisle a su favor.
 
Esto es lo que de verdad les importa; sus prebendas, ventajas y privilegios. Lo único que de verdad les importa es la cuenta de resultados, porque de esas cifras mágicas es de donde van a sacar todos su grasiento asado, su tajada. Y todo esto a costa de engañar al consumidor, de estafarle, como recientemente ha salido a la luz...
Nuestro querida y casi siempre inoperativa -también ellos deben sufrir terribles "presiones"- Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia -a partir de ahora CNMC- acaba de multar a estas tres compañías -que nadie se arremoline, lleve las manos a la cabeza o acalore, hace pocos días hizo lo propio con importantísimas y muy responsables con el medio ambiente empresas distribuidoras de leche- por pactar e imponer precios a su propia red de distribuidores. Las multas son de 5M€ en el caso de Repsol, 1,8 para Cepsa y de 1,1M€ para BP.
En definitiva, nada. Porque estas empresas que tanto miran por nosotros prefieren seguir pagando multa tras multa y cometer cuantas prácticas ilícitas y contrarias a las leyes que amparan la libre competencia y el libre mercado crean oportunas para continuar exprimiendo al consumidor hasta la extenuación.
¿Y qué hay de la Responsabilidad Social Corporativa -RSC- de las grandes empresas como estas?
En la mayoría de los casos es una milonga más, una herramienta más de marketing -de hecho en la mayoría de las compañías la RSC se engloba dentro del capítulo de Marketing y Comunicación- para que tales empresas puedan "presumir" y alardear oportunamente ante la sociedad de lo muy comprometidas que están con sus propios trabajadores, el medio ambiente, la sostenibilidad -menudo mantra- y el desarrollo de actividades que redunden finalmente en beneficio del bien común. Una vez más voy a decir que todo esto es pura pantomima, y que si todas estas empresas tan bien intencionadas no supieran que finalmente van a mejorar su cuenta de resultados gracias a aparentar que están realmente comprometidas con la sociedad, no invertirían ni un euro en este capítulo.
 
Exactamente lo mismo que sucede con las fundaciones que en muchas ocasiones todas estas grandes compañías crean. Si no pudieran utilizar estas fundaciones como meros escaparates publicitarios tampoco gastarían un solo céntimo en toda esta mascarada. Lo positivo de todo esto es que, aunque el fín de todas estas acciones y teatrillos sean tan execrable como el propio afán de lucro y el engaño, las conquistas en este terreno que, sí, es cierto, finalmente repercuten y revierten positivamente en beneficio de la sociedad, no son en absoluto desdeñables. 
 
Así que yo tengo que pediros a todos, ubres andantes, que la próxima vez que vayáis a repostar, os lo penséis dos veces antes de pasar por un surtidor de estas compañías. Acudiendo siempre a la más barata -dentro de lo posible y razonable- que nos ofrezca garantías vamos a potenciar la competencia y esto siempre redundará en lo que esta gente tanto odia; que las distintas distribuidoras se esfuercen por ofrecer a los clientes el mejor producto y servicio al mejor precio.