lunes, 16 de junio de 2008

¡Viva la crisis!

Ayer Domingo almorcé con Mauricio, un amigo acaudalado del que hacía meses no tenía noticia y al que suponía disfrutando de alguno de sus idílicos viajes, descubriendo lugares remotos todo vestido de Coronel Tapioca o tumbado a la bartola servicialmente atendido por bellas damiselas en cualquier playa de las Seychelles.
Nada más lejos de la realidad... Mauricio está aquí mismo, en Madrid, en este Madrid que sufre los envites de la crisis y las huelgas de los nunca suficientemente bien ponderados vigilantes de la ORA. Este Madrid que lleva viendo llover dos meses y sobre el que toda la gente malhumorada vuelca sus iras.

-¿En Madrid? ¿Y qué haces tu aquí, no ves que ésto se cae?

-Precisamente chato, quiero vivir la crisis a cuerpo de rey; desde el 92 no había otra igual y hay que aprovecharlas. Además, parece que ésta es de verdad, por muy en Europa que estemos -aunque no lo seamos- todo apunta a que nos va a atizar fuerte, no tienes más que mirar a tu alrededor...

Y miré a mi alrededor; mesas vacías y pocos comensales, así que tocábamos a dos camareros y medio por cliente.

-Hace sólo unos meses para comer aquí tenías que reservar mesa con semanas de antelación, aguantar voceríos y paletos que venían a comer sólo para contarlo... ¡A cuántos he visto dándole al palillo! Por no hablar del servicio, que no daba abasto. Mira ahora; no tienes más que levantar la mirada y viene el maitre para preguntar si todo está a nuestro gusto, todo en su punto, en su justo momento, bien preparado y mejor presentado. Y encima me invitan al puro...
Además, han vuelto a los camareros de toda la vida, a los que nos conocen y saben nuestros gustos. No veas qué coñazo antes, que muchos no hablaban ni español en condiciones, y de vinos, ni aceites, ni puros, ni cafés, ni de comida ni nada de nada. Ni puta idea. Y lo más normal es que a tu lado -joder, si es que ya ni se cabía de lo apretadas que estaban las mesas- te tocara lo que te decía, un nuevo rico que habla a gritos y que se cree que sabe algo de vinos porque ha hecho el coleccionable de algún periódico. Pero coño, si es que no tienes más que pedirte una caña en la barra; ahora te ponen una tapa de aúpa y te ofrecen el Marca y El Mundo.

-¿Y la hipoteca, a ti no te afecta la constante subida del euribor?

-¿Yoooooooo, hipoteca? ¿Euribor? Nada de eso, todo lo contrario, ya sabes que tengo dos casas en Madrid y otra más en la costa, ah, y un par de plazas de garaje que no veas lo que me están dando ahora... Todo heredado, así que nada de hipotecas. Al revés... mira, hace un año en el banco no me daban nada por mis ahorros, ahora que el precio del dinero ha subido por la inflación y no sé qué zarandajas más, me saco todos los meses casi mil euritos por tener los ahorros en una cuenta corriente. Y como soy cliente preferencial, me dan medio puntito más que a los demás... Cosas de ser rico.

Y más cosas; como ahora no compra un coche ni el tato, la semana pasada fui a darme un garbeo por el concesionario de Jaguar, por curiosidad, más que nada, es que me dijo mi primo Angel que habían sacado un modelo nuevo, más deportivo, nada para carrozas... Pues bien, no les faltó más que extenderme una alfombra roja según avanzaba y lanzarme loas y pétalos de amapola. Al final les saqué un montón de extras, joder, casi por valor de 3.000 Euros, y por pagar al contado otros 1.800 Euros de descuento. ¡Les hacían los ojos chiribitas contando la pasta! Así que nada, ahí se lo he dejado al aparcacoches, porque ahora ya no hay que hacer cola ni rogar. ¡Te abren la puerta y te sonríen!
¿Quieres que te cuente más ventajas de vivir una crisis teniendo pelas?

-¿Las hay?

-Tu verás... antes las carreteras iban atestadas y cualquier pardillo te adelantaba con un Seat Ibiza tuneado, atascos hasta para echar gasolina... Y ves, mira qué bien se circula ahora, menos congestión, menos tráfico, menos contaminación, menos muertos en las carreteras, menos cabreos, menos horas de desesperación perdidas en el coche por culpa de los sempiternos atascos. ¡Los de los peajes van jodidos!

-Caramba, pues así visto...

-Y si has sobrevivido al crack inmobiliario con un mínimo de solvencia, ahora puedes darte verdaderos caprichos por la mitad de precio. Sabes que tengo un barquito en Altea, pues bien, por primera vez en todo estos años el amarre me lo han bajado y me han ofrecido la casa que me gustaba casi por la mitad que hace 2 años. Pero lo mejor de todo es que las terrazas, los restaurantes y hasta el club naútico ya no están llenos de tíos cutres. Sí, ahora la verdad es que es una gozada. ¡El pantalán está vacío!
Y de viajes ya te hablaré otro día, que he quedado dentro de un rato con Laurita, pero imagínate las ofertas que hay ahora, viajas en business a precio de risa y además... ¡sólo¡.
En fin, ahora ya en serio, no quiero que pienses que soy un desalmado; lamento como todo el mundo que estemos pasando por estas estrecheces, pero hay que hacerle frente de la mejor manera posible.

Oye chato, ¿tu qué quieres de postre? Yo me voy a pedir mi flan con nata, verás como ahora me lo ponen con una ramita de canela...

No hay comentarios: